Refugio Antiaéreo
Colson humanista, demuestra gran dramatismo en la expresión de los personajes, la composición se dirige hacia un punto focal en donde las miradas demuestran ese dolor sufrido por los ciudadanos de esa época. La distorsión de la espacilidad crea un efecto y un ambiente de caos impregnado en toda la obra.
- Fecha: 1953
- Técnica: Oleo sobre tela
- Tamaño: 39 x 71 pulgadas
- Colección: Universidad Autónoma de Santo Domingo
Esta obra del gran maestro dominicano de la pintura Jaime Colson, se enmarca en el contexto de la Guerra Civil Española. Narra las vivencias de las personas en los refugios durante el hecho bélico.
Colson, hace mucho énfasis en las miradas, detalla con gran maestría los ojos en cada uno de los personajes. En la imagen, además del punto focal hacia el personaje principal, destaca en el plano posterior, un personaje en cual la mirada oferta una visual hacia el exterior demostrando suplica.
El personaje principal, de manera muy expresiva, muestra gran preocupación y lamento; preocupación que por su mirada está dirigida a su familia, además de la mirada, Colson utiliza la mano sobre la cabeza como elemento simbólico para representar dicha angustia.
El manejo de los planos superpuestos da la ilusión de una perspectiva distorsionada, en ocasiones pareciera ser interrumpida, denota la influencia cubista que tenía Colson. En esta obra, los personajes tienen un vestuario representativo de la época representada con grandes pinceladas.
En el cuadrante inferior izquierdo, Colson rompe el esquema de miradas encontradas con la presentación de dos de los personajes con una mirada penetrante hacia el exterior, dejando al borde uno de los personajes que llama al espectador a la reflexión, enmarcando el momento en una estética de lo sublime.
Las manos juegan un papel preponderante, porque las utiliza para reforzar las expresiones de sentimiento de algunos de los personajes, como es el caso del niño que se cuentra con las manos cruzadas a modo de súplica.
Como elemento sígnico se encuentran los ladrillos, que son característicos de los refugios de la época. Son los planos superpuestos, la perspectiva un tanto cubista, el manejo de las formas, el color y la crónica del suceso, lo que enmarcan esta obra en la contemporaneidad.