Critica del Arte de Jaime Colson, 1956

Jaime Colson es un pintor de concepción intrínseca. En su pintura hay que buscar, primero, los elementos esenciales —evolutivos— de un arte neohumanista que cuaja en su posición postpicassiana actual y, después, la expresión sincera de una obra vigorosa, construida sin alteraciones plásticas de la verdad, a pesar de su sintetismo, y de notable tendencia mística. Se orienta, en virtud de su actualidad, hacia la búsqueda de una forma de expresión que condense nuestro tiempo.

Retrato de Tomás Hernández
Franco, Jaime Colson, 1952
  • Titulo: Retrato de Tomás Hernández Franco
  • Fecha: 1952
  • Técnica: Óleo sobre tela
  • Tamaño: 71 x 59 cm
  • Colección: Museo Bellapart

En la obra de Colson no se trata nunca de presentar una perífrasis metafísica, sino de revelar lo que hay de inenarrable en las profundidades del ser. Esta tendencia obliga al pintora una exaltación del concepto pictórico logrado a base de deformaciones y de síntesis, puesto que aparte de una visión especulativa generada en el éxtasis y el éxtasis no tiene relación con lo natural. Colson se sitúa al borde de la realidad y trata de descubrir sus misterios al través de las revelaciones del alma. Y lo hace con optimismo. Pero, dentro de tal optimismo están, inquietantes y sugeridoras, las hondas interrogaciones del artista. De ahí que la dominicanidad aparezca, en su obra, a base de reflejos espirituales.

– VIII Exposición Bienal de Artes Plásticas, Santo Domingo, 1956